domingo, 25 de noviembre de 2012

Que Tú me vivas... porque me reinas





Que nunca falle mi trabajo.
Que no me aparte de tu tierra.
Que siempre abrace, me alegre y desee tu vasto.
Que aunque sea siervo inútil - o desagradecido vasallo -,
no encuentro mayor cobijo
que amando, llorando, besando tus pies cansados.
Que no conozco mayor cobijo que entregándome derramado...

Por ti, Rey mío,... que sea fiel a tanto.

1 comentario:

  1. MI VICTORIA ES MÁS FIRME QUE LA MUERTE

    No dejarás de oír lo que te quiero,
    que te quiero sin norma y con locura;
    locamente te quiero, sin cordura,
    hasta morir de amor como me muero.

    He colgado en la cruz este letrero:
    Como el mar, mi costado es ancha hondura;
    se rompe el mar, y el Dios de la ternura
    se derrama a raudales todo entero.

    Quiero anegarte con mi amor, quererte,
    tenerte entre mis brazos, mirar: verte.
    ¿Qué impide nuestro gozo consumado?

    ¿Muerte? ¿Pecado? Estoy crucificado.
    Mi victoria es más firme que la muerte,
    y más fuerte es mi amor que tu pecado.

    [F. Contreras Molina]

    ResponderEliminar