sábado, 3 de julio de 2010

Batallas constantes

Armaduras que no arman.
Objetivos concretos que no son objetivos.
Rupturas que no se rompen.
Reencuentros que se encuentran.
Llamadas que no llaman.
Intereses que no interesan.
Cambios que te cambian.
Ilusiones que no terminan de ilusionar.
Arpías que pretenden educar.
Espaldas que no cumplen su función.
Cuellos que se ahogan.
Lágrimas que no caen.
Asignaturas que no asignan nada.
Calificaciones que nunca llegan a calificarse.
Despedidas que no despiden.
Nacidos con estrella y estrellados.
Voluntades regidas por el protagonismo.
Maletas sin deshacer.
Educadores que ni educan ni se educan.
Relojes que corren rápido y otros que no avanzan.
Aire que no oxigena.
Tierra que me expulsa.
Agua que no sacia.

Pero, ante todo, mantengo la esperanza de que mañana será mejor…