domingo, 27 de mayo de 2012

Impulsa...


La fuerza que me resta.
El resto que me pesa.
El peso que me engaña.
Que no soy quien diagnostica ni expende lo que se precisa.
Ni acción,
ni voluntad,
ni fuerza.
Sólo articulo torpemente.
Y aún sabiéndome nada,
sigo queriendo ponerme en mayúscula.
Esta es la fuerza que me resta.
Pero es la grieta,
la puerta,
el desgarro
        que permite a quien me habita…
…y convierte la conversión en promesa. 



sábado, 5 de mayo de 2012

Signo

Las vuestras:
ásperas y dulces,
femeninas y masculinas,
heridas y sanadas,
constantes y abiertas,
serenas y constructoras, 
pacientes y ágiles,
incansables y dignas,
animadas y vivas,
acogedoras y firmes, 
amadas y sacramentales.
Las vuestras.
Nací en ellas. 
Crecí con ellas.
Lloré con ellas.
Pensé en ellas.
Caí sin ellas.
Me levanté con ellas.
Caminé por ellas.
Me reflejé en ellas.
Soñé con ellas.
Esperé por ellas.
Avancé con ellas.
Descanso en ellas.
Vivo por ellas.
Y pido por ellas.






Porque han sido.
Porque están siendo.
Porque sé que serán.
Las vuestras:
motivos de oración, 
emoción y agradecimiento.



viernes, 4 de mayo de 2012

En este mismo viaje

Me tranquiliza pensar que todo queda ligado a dos movimientos.
Dos movimientos de una necesidad.
Dos movimientos de una caricia.
Dos movimientos de una expresión.
Dos movimientos de un remedio.
Dos movimientos de una esperanza.
Dos movimientos de un horizonte.



Y es que, cuanto más estudio, investigo, observo y oro,
entiendo que todo apunta a lo mismo:
a la necesidad de encontrar una mirada que sea antesala del abrazo que sana.