miércoles, 9 de diciembre de 2009

Bienaventurado tú, si puedes llorar...


"Una vez me dijeron que las lágrimas son la máxima expresión de la felicidad.
Cuando lo que cada uno lleva más en su adentro no puede describirlo, una lágrima lo hace..."
(diciembre 2007)
Hay conversaciones que perduran en el tiempo. Se quedan grabadas en el corazón. Suele pasar cuando uno vive intensamente, y además, tiene la suerte de tener a algunas poquitas personas con quien compartirlo. Y lo bueno de las palabras que rebosan corazón es que aparecen en cualquier momento, en cualquier recuerdo, en cualquier experiencia... y esa parte, nadie nos la quitará.


2 comentarios:

  1. Las lágrimas no son un signo de debilidad, sino de grandeza; ellas pueden elevarse como súplica a Dios que, religando al que llora y aquel por quien se llora, puede aceptar el amor de los unos en favor de los otros, reconocer fraternos los detinos y recogerlos bajo su común amor...

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  2. «Tan sincero,
    tan humano,
    tan religioso
    como una lágrima».

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