domingo, 17 de mayo de 2009

Sobre la luz de uno

Hace una semana alguien me dijo que hay dos tipos de personas: personas que alumbran y personas que deslumbran. De estos últimos hay que huir.

Pocas personas con las que cuento día a día son de las que deslumbran. Pero esto no me preocupa tanto... lo que me preocupa es que yo llegue a ser de las que deslumbra... sólo espero que no sea así... pero, ¿y si lo soy?

2 comentarios:

  1. No te preocupes. El que deslumbra también se deslumbra a sí mismo. Y el deslumbramiento lleva a la ceguera, la ceguera a una buena hostia, hablando mal y pronto... y la luz se apaga. Luego toca volver a levantarse, ganarse de nuevo la luz... y decidir lo que hacer con ella.

    Pero tampoco equivoques deslumbrar con abrasar. Ya lo sice Galeano, hay gente que arde con tanta fuerza que quien se acerca, se enciende. Y esto es impresionante, pero nunca malo.

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