Un hilo.
Resistente, sí,
pero un hilo.
Donde todo pende de él.
Donde la mano que con firmeza lo sostiene y traza
cuida de no romperse.
Un hilo por el que se beben
las llamadas,
los recuerdos,
las alegrías,
las promesas,
los consuelos.
Un hilo.
El que atraviesa la historia
para convertirla en vida
habitada,
fecunda,
enamorada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario