El susurro de una brisa suave...
martes, 31 de julio de 2012
Sobre la caducidad de los momentos o de las decepciones negadas
Caducado.
Por eso recuerdo Madrid.
Negada.
Porque me resisto a creerme.
Porque no puedo entenderte.
Pero así ha sido. Así lo tengo. Así quisiera olvidarlo. Así lo espero.
Aunque ése sea el problema.
Y otro agosto más comienza...
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