viernes, 30 de abril de 2010

Cualquiera de mis mañanas...

Tan ridículo como incongruente.
Tan incongruente como descabellado.
Tan descabellado como violento.
Tan violento como inhumano.
Tan inhumano que no consigo describirlo…


2 comentarios:

  1. Menos mal que hay gente que todavía cree en eso de dale un poco de humanidad a los días. Tanta que también es difícil de describir...

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  2. «Si nos hiciéramos unos.
    Unos con otros.
    Unos junto a otros.
    Por encima del fuego y de la nieve,
    aun más allá del oro y de la espada.
    Si hiciéramos un bloque sin fisura
    con los dos mil millones
    de rojos corazones que nos laten.
    Si hincáramos los pies en nuestra tierra
    y abriéramos los ojos, serenando la frente,
    y empujáramos recio, con el puño y la espalda,
    y empujáramos recio, solamente hacia arriba,
    qué hermosa arquitectura se alzaría del lodo.»

    [A. Aymerich]

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